viernes, 4 de marzo de 2011

Es algo terrible
que no se recuerde
un gesto de cejas o de manos
que no memoricemos los leivmotives personales
que no los añoremos.
Es algo terrible
que no intercambiemos versos,
que no juguemos a mejorarlos,
que no nos entendamos con pocas palabras
(definitivamente,
hay que decir más con menos)
que no escribamos nuestros poemas en las paredes
(trabajamos demasiado).
Es algo terrible
que no nos conozcamos
que no estemos todos enamorados unos de otros
que no sepamos cada detalle, cada chasquido de lengua.
Es algo terrible
que pida tan poco
y resulte tanto.


Ester García Camps.

1 comentario:

  1. A veces, guardamos en nuestro mundo particular de silencio todo un planeta de versos y afectos que puede que nunca atraviesen paredes. Y cuesta tanto, por ello, decir un simple te quiero.

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