jueves, 28 de abril de 2011

Es como andar sobre una cuerda floja..
Y tiene todo ese... ¿viste?... qué sé yo.
El ruido, la gente... todo parece un espejo.
Como aquel mimo perdido sin tener quién imitar... y tal vez no existe ese alguien... tal vez ya no llegue más.
Los pasos sobre el asfalto duelen hasta rabiar.
Y arde el sol... y quema tanto...
Cada poro de mi piel.
Y hoy se tensa aquella cuerda... y lo que queríamos guardar.
No es fácil mantener secretos... ni las ideas que hacen mal.
De pronto mirar al frente y darse cuenta que ya está.
Que el ritmo ya no existe en mi cabeza.
Ni los pasos al andar.
Que se apagó el cielo en tus manos... y no se puede volar más.
Pero los instantes pasan,
y duelen... y cesan,
y ahogan... y atrapan.
Y perturban mi cabeza... y no me dejan pensar.
Y no dejan las ideas... ya no quiero seguir más.
Y algo nuevo que no cambia...
En un momento pensamos...
Prometimos prometer...
Que no habría más promesas... que no poder resolver.
Ni más charlas en el césped.
De aquel parque, y aquel mes.
Ni más bandoneones rotos...
Ni lágrimas que verter.
Ni por tu piel ni tu esencia.
Ni por tus ojos de miel...
Por tus versos...
Y ese algo... que no logré comprender.


Lic.

martes, 26 de abril de 2011

A veces me da por pensar
que sólo obtendrá libertad en el mar.
En el mar no hay muros que valgan,
el agua derrumba su alma.
Es libertad infinita
como el pan de cada día
que este mundo necesita
para obtener el aire necesario
para poder seguir con vida.

Canta el mar.
Le cantan las olas,
le recitan versos de poetas marineros
que fueron engullidos por la gran ola.
El viento, le advierte la llegada
de la gran ola.

No flaquea, la enfrenta con ansia.
Golpea fuerte, la arrastra mar adentro
y ve la belleza con la que
todo este tiempo había soñado.

Los versos hundidos
la invitan a bailar
guiándola por el movimiento
de las ondas del agua.

Pierde el miedo y se deja llevar.
Pierde toda preocupación
y queda simplificada a un corazón.

Un corazón sumergido en la infinidad del océano,
esperando que nadie lo encuentre,
para no ser contaminado por la rabia de este mundo.

El fin de la tierra es solo el principio
para sus ansias de vivir y amar.

Ella será eterna como el mar.
Ella derrumba muros, como el mar.
De ella surge la vida,
de su alma…nació el mar.

                                                           De  Amour Psyche para Flaca.
La vida es un tic-tac en los huesos. Un suspiro que apenas termina de salir de tu boca, mientras respiro el aire que me regalas sin merecerlo. La vida no tiene música y es solo ruido, solo ruido en un silencio que me aplasta cuando te vas, cuando doblas la esquina. Siempre me consideré libre hasta el día que me até a tu nombre. Nunca amé gritar, ni subir a lo más alto, ¿para qué? el vértigo es mi ombligo al roce de tu piel; más allá sólo hay vacío, y ya tuve demasiada ausencia en la soledad de mis días. Sola con mi soledad. Y tú que aparecías de vez en cuando, me amabas al oído, me mentías sin piedad. Nunca escribí más que alguna palabra, que nunca fueron más que basura para mí. Mientras, tú las cuidabas, las mecías, las guardabas como el tesoro que no eran. Me pregunto, hoy, ahora, cuando estás leyendo esto mientras yo estoy ya demasiado lejos para oír tu voz, por qué.
No hay más ciego que el borracho de amor. Más idiota, más insensato y más iluso que el que se cree libre cuando no lo es, cuando está preso de un amor en llamas. Bebo a tu saludo como bebí por la nuestra la noche en que te levantaste de la mesa y te fuiste sin pagar. La única vez que lo hiciste.
¿Nunca has hablado solo? Claro que sí. Tus papeles no oyen, amor, no sienten, no te comprenden. Y por eso hoy muero de rabia al darte únicamente los sollozos que nadie quiso escuchar, pero que obligué al ticket de la cena que no pagaste a tragar.
Y para qué voy a decir que te amo. Si ni es verdad, ni tú ibas a pensar que lo era.


enc.

jueves, 21 de abril de 2011

Cuando

Cuando no tuve nada valioso
y no estaba
callaban.

Ahora que tengo mi sueño
si no estoy
me atacan.

Sólo hizo falta madurar
y comprender a las personas
para poder asegurar
que la envidia es su sarcoma.

Florea la Semana Santa.
Algo ha cambiado en nosotros.


Michael von Unamoon


martes, 19 de abril de 2011

Se veía perdido,
pero ya ha encontrado a su musa.
Ya tiene un nombre que atribuir
a cada verso que escribe.
Ahora tiene un cuerpo
que le sirve como fuente de inspiración.

Abandonó la necesidad de
disimular su ausencia
con penecéntricas divagaciones.

ÉL, como buen poeta,
usa el pelo de su musa como atrapasueños
para no olvidar los versos que ella le inspira.

Todo se reduce a un único sentido.


Amour Psyche



viernes, 15 de abril de 2011

Ladrona

Debía ser muy buena carterista, porque cuando nos topamos por el parque y levanté los ojos para mirar los suyos color chocolate con miel ni siquiera me di cuenta de que me había robado el corazón.


S.B.

miércoles, 13 de abril de 2011

Nueva era

Una nueva mirada y un nuevo café. Un nuevo lugar y un nuevo tiempo. Un nuevo sitio donde reír, hablar, y calentarse. Una nueva canción y un nuevo poema. Una nueva playa, y una nueva ciudad. Una nueva forma de hablarte. Un nuevo número que recordar y dos nuevas letras que escribir en los árboles y en los bancos. Un nuevo sol, nuevas nubes, nuevo viento y nuevo olor. Unas nuevas pieles quemadas o unas nuevas pieles rojas del frío. Un nuevo gusto. Un nuevo helado de chocolate y una nueva botella que beber en la calle. Un nuevo reto de singstar y nuevas cosquillas, de esas que odias. Un nuevo viaje, con las pelas de siempre. Una nueva pelea de siempre con las reconciliaciones de siempre. Una nueva vida igual que la anterior, con una diferencia: si me das otra oportunidad, no habrá otra oportunidad que pedir.


K. Marte.

lunes, 11 de abril de 2011

Una historia

Una historia... una realidad...
Mi prosa, tu poesía... mientras el mundo gira.
A veces cerramos los ojos e imaginamos volar... soñamos con colores inventados... o días en blanco y negro que alegren alguna mirada, algún cruce de palabras o una simple sonrisa...
Tal vez el tiempo unió los caminos de dos caminantes perdidos.
O tal vez el tiempo sólo tornó a nuestro favor... La arena de un reloj que nunca acaba giró tan rápido que no pudimos ni decir basta.
Porque quisimos seguir... y seguir hasta siempre.
En un momento eramos frío...
Toca mi corazón te pensaba al oído... y sentirás que no late igual que ayer... que necesita un sol mañana... Un sol que alumbre algo más que una mirada perdida... algo más que las ideas que, confusas... bailaban en una mente que quería detener el tiempo y meterlo en cajitas de cristal...
Sí... en cajitas que romper contra los muros... Y un mundo dentro de ellas... un mundo que se estaba marchitando como las rosas del jardín de una melodía oscura... sin alma... sin aliento.


Lic.

domingo, 10 de abril de 2011

Brilla la polar
a un centímetro de la Alhambra
-pobre el moro que entregó
las llaves y mil lágrimas.
Aún queda un velo de sueño
por las calles y sus caminos,
marionetas, pompas, una plaza,
pero falta una sonrisa verde conmigo.
Miro a la diosa frente a frente
y me rindo ante su propuesta:
me cuelo en su alma, indago
en sus fuentes, flores y puertas.
En la lluvia del último día
la tranquilizo con una promesa:
volveré para amar en silencio
el color de su piel bermeja.


Flaca Beltenebra.

sábado, 9 de abril de 2011

Llévame a los bares más oscuros.
Vamos a fumarlos la ciudad.
Vamos a bebernos tú y yo el mundo.
Vamos a esquivar la soledad.
Vamos a dormir en los portales,
allá donde nadie pueda entrar.
Cantaremos cuentos por las calles
de esos que siempre terminan mal.


Raúl Gutiérrez.
Rulo.

jueves, 7 de abril de 2011

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si se saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor de fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


Julio Cortázar.
Rayuela.

miércoles, 6 de abril de 2011

Había olvidado el futuro que le esperaba junto a ella. La noche grisácea era de film clásico y la lluvia pesaba como la conciencia. Fumaba cobijado en una parada de autobús, esperando. Las lágrimas de ella estaban presentes. Sólo bastaron unas pocas palabras y un silencio póstumo para hacerlas crecer y, como consecuencia, recordar a Norma Desmond en sus ojos. El cigarrillo consumía. Ella llegó tarde y no le importó. Ella sabía a lo que iba. Había creído promesas fecundadas por la desidia, por la vanidad, por el vacío. Promesas que morirían vírgenes. Habría comprado con un franco sus pensamientos, para ver cuan podrido estaba su interior. Su odio era palpable, su tristeza invisible. También ella fumaba, en la ventana de su habitación, rodeando sus rodillas. También fumaba, exhalando el futuro que esperaba junto a él.


A.
Y entre esa tormenta de personas que corren por las calles atadas a sus horarios laborales, cada una como gota de lluvia entre esa gran nube que es esta ciudad tan madrugadora. Yo, siempre deseo encontrarme con la sencillez de sus ojos que no piden monedas, si no es para observar una fotografía, leer un poema o ver como la espuma hierve sobre el café. Siempre, entre tantos sueños rotos o heridos, yo, busco encontrarme con los suyos que de tan intactos son el ejemplo perfecto de la esperanza poética que aún tengo.

En un semáforo, un cruce, una tienda quizás, que importa, la busco y sé que me busca, pero los polares y kamikazes están marcados por la dificultad de sus encuentros y sin embargo, de tan enamorados, no podemos dejar de buscarnos ya sea mañana, tarde, o noche, tiemblen los raíles o los aviones a la argentina, nuestras mentes siempre llegan a Roma, haciendo escala la mía, antes, en Paula.

martes, 5 de abril de 2011

Mi amiga y nada más,
¿qué me dices si te digo, la verdad?
¿acaso no me ves?,
memorizándote los poros
desde el pelo a tus pies
vuelves a aparecer
en cada palmo de mi cama
antes del amanecer
luego despierto,
entro en razón
y maldigo no tener el valor.


El Niño de la Hipoteca.

lunes, 4 de abril de 2011

Adivinanza

Volátil, impredecible, nos hace esclavos y al mismo tiempo libres. Es lo que te hace feliz y compañero del sacrificio. Su ausencia torna al mundo oscuro, violento, dominado por políticos corruptos, e indaga en tu corazón hasta sacar lo peor de uno mismo. Eterno rival del odio.
Poseerlo es arriesgado, loco, a veces sucio, a veces puro. Causante del peor dolor jamás visto y de la muerte prematura del alma.
Algo tan difícil de controlar... desajusta tus planes, desconcierta. Porque al fin y al cabo no somos dueños de nosotros mismos, no. Sólo tenemos el control de una pequeñísima parte, quizás la más vistosa, pero nada comparable a la que no dominamos. El hombre poderoso no es el que controla su mente, sino el que lo posee.
Tiene la virtud de perdonar y de ser perdonado. Puede generar pasión y despojar a los infelices de sus prejuicios. Nos hace a todos iguales, pero no todo el mundo renuncia a lo banal y se somete a su juicio.

(El amor)


Ziah.

domingo, 3 de abril de 2011

A medida que mi fama creció, creció mi ego.
Y mi ego mi alma al diablo ofreció, le pegó fuego.
En este fuego ardí...


Javier Ibarra.
Kase.O

sábado, 2 de abril de 2011

A veces te veo en mis noches más largas
y rezo por no verte en las calles solitarias.
Sin embargo hace tiempo que no te veo,
y parece que necesito más que nunca tu rostro.
Una mirada, una sonrisa, o una cara triste.
Pero eres tan puñetera,
tan jodidamente destructora,
que en mis noches más largas me das un beso y me sonríes
y en las calle solitarias se agotaron las miradas.
No sé qué me jode más, si tu presencia o tu ausencia.
¿Qué es mejor? ¿pegar un tiro en tu corazón
o dejar que sigas disparando al mío?
Nada queda de lo que fue,
nada será de lo que no es.

El uno es el número cuando estás solo.


K. Marte

fustrACCIÓN

"¿Por qué ya no escribes?" "Porque tengo miedo" "¿De qué", "...de no, de no estar a la altura" " ¿a la altura de quién? ¿de Paula?", "no, a la altura de mis manos, de cada uno de mis folios, a la altura de mis pensamientos, de la tinta que gasto, de mis ideas, a la altura de mis personajes, sus historias, sus paisajes, el ambiente, a la altura del teclado del ordenador, de la pantalla del ordenador, los ojos y las manos del lector, de su crítica y como no, a la altura de Paula, me asesinaría decepcionarla..." "es imposible que puedes decepcionarla, Álvaro...". "Pero es muy fácil pedir la escritura, ser escritor ahora tiene todos los mismos pasos que hacerse un blog, es, es ridículo, no es sólo las palabras, su contenido o forma, lo es todo, lo es, es un ático demasiado alto para mi metro setenta y algo, nunca he sabido escalar, ascender o sentirme por encima, a la altura..." "pero no puedes seguir así..." "lo sé, por eso no escribo, pretendo ordenarme antes la cabeza que las manos, ¿entiendes? Y cuando tenga algo, algo, una escalera, poder llegar."


Otto Polar.