jueves, 28 de abril de 2011

Es como andar sobre una cuerda floja..
Y tiene todo ese... ¿viste?... qué sé yo.
El ruido, la gente... todo parece un espejo.
Como aquel mimo perdido sin tener quién imitar... y tal vez no existe ese alguien... tal vez ya no llegue más.
Los pasos sobre el asfalto duelen hasta rabiar.
Y arde el sol... y quema tanto...
Cada poro de mi piel.
Y hoy se tensa aquella cuerda... y lo que queríamos guardar.
No es fácil mantener secretos... ni las ideas que hacen mal.
De pronto mirar al frente y darse cuenta que ya está.
Que el ritmo ya no existe en mi cabeza.
Ni los pasos al andar.
Que se apagó el cielo en tus manos... y no se puede volar más.
Pero los instantes pasan,
y duelen... y cesan,
y ahogan... y atrapan.
Y perturban mi cabeza... y no me dejan pensar.
Y no dejan las ideas... ya no quiero seguir más.
Y algo nuevo que no cambia...
En un momento pensamos...
Prometimos prometer...
Que no habría más promesas... que no poder resolver.
Ni más charlas en el césped.
De aquel parque, y aquel mes.
Ni más bandoneones rotos...
Ni lágrimas que verter.
Ni por tu piel ni tu esencia.
Ni por tus ojos de miel...
Por tus versos...
Y ese algo... que no logré comprender.


Lic.

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